Las elecciones se celebrarán debido a la destitución de la presidenta Park Geun-hye tras el impeachment declarado a raíz de uno de los mayores escándalos de corrupción que hayan sacudido la república surcoreana.
Este 10 de marzo el Tribunal Constitucional de Corea del Sur confirmó la destitución de Park, decisión que fue aprobada unánimemente por los ocho miembros de la corte.
El escándalo en torno a Park se desató luego de que la prensa informase que los discursos de la mandataria no eran preparados por sus secretarios sino por una amiga de la líder llamada Choi Soon-sil, perteneciente a una secta chamánica y vinculada a graves tramas de corrupción que salpicaron a toda una pléyade de importantes corporaciones del país.
La legislación surcoreana estipula que los nuevos comicios presidenciales se deben realizar en un plazo inferior a 60 días tras la destitución del jefe de Estado.