El analista militar Roger Thompson explicó a Sputnik por qué cree que "el buque es un desastre total".
Está previsto que el portaviones Gerald R. Ford, buque insignia de su clase, ingrese en la Marina de guerra estadounidense en 2017, tres años más tarde de lo inicialmente programado.
.@POTUS @realDonaldTrump… on soon to be commissioned #USSGeraldRFord. #MAGA🇺🇸 pic.twitter.com/vs0GCx9Hrr
— Dan Scavino Jr. (@Scavino45) 2 марта 2017 г.
Según varios cálculos, el buque ya le ha costado a Washington unos 12.800 millones de dólares. Estos gastos forman parte de un programa militar —cuyo presupuesto se cifra en 36.300 millones de dólares— que está plagado de sobrecostes. El dispendio se debe también a otros proyectos militares estadounidenses, como el F-35 o los destructores de la clase Zumwalt.
Asimismo, el experto calificó el portaviones de "artilugio del pasado" y "reliquia de la Segunda Guerra Mundial". También emplazó al Pentágono a poner el foco en aquellos buques que están más acondicionados para el combate moderno.
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Thompson planteó que ninguna otra potencia mundial dispone de tantos portaviones como EEUU. "Ni siquiera Japón", subrayó. Algunos países que también los poseyeron, como Canadá y Australia, los rechazaron al fin y al cabo por su escasa rentabilidad.
El analista observó que los portaviones estadounidense son vulnerables a submarinos y nuevos tipos de armas antibuque. Además, afirmó que los marineros que trataron de denunciar la ineficacia de estas naves fueron despedidos de la Armada.