"La asociación del Reino Unido al mercado único (de la Unión Europea) se ha descartado sin consultas previas con el Gobierno de Escocia ni con otras administraciones autonómicas, dejándonos a merced no solo del Brexit sino de un Brexit duro", señaló la ministra principal, Nicola Sturgeon, en justificación de su propuesta soberanista.
La proclama ha sido adoptada en diferentes grados de intensidad en las naciones del Reino Unido con formaciones y movimientos nacionalistas.
Este pacto internacional de 1998 obliga al ministro británico para asuntos del Ulster a organizar un referéndum si considera que "una mayoría de votantes expresaría un deseo de que Irlanda del Norte cese de ser parte de Reino Unido y forme parte de una Irlanda unida".
El 62% del electorado en Escocia y el 55% en Irlanda del Norte votaron por la continuidad en la UE en junio de 2016.
"Brexit sería un desastre para Irlanda, norte y sur, e impactaría negativamente en nuestra economía, nuestras comunidades y nuestros servicios públicos", protestó O´Neill en un comunicado.
Sinn Féin ganó votos y escaños en la Asamblea de Belfast en las recientes elecciones anticipadas pero aun intenta llegar a un acuerdo de Gobierno con el DUP, la principal formación unionista y el único de los grandes partidos de la provincia favorable al Brexit.
Diputado: #IrlandadelNorte se arriesga a perder el tren #Brexit https://t.co/zNyrGb7nxH pic.twitter.com/EFaiGGKAWZ
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 12 января 2017 г.
También el nacionalismo galés, encabezado por Playd Cymru, entró en el debate sobre la unión británica, aunque esta nación apoyó el Brexit en el mismo porcentaje, 52%, que el promedio general en todo Reino Unido.
"Nos queda mucho que hacer económicamente para ser una nación independiente", admitió Leanne Wood a la BBC.
La líder nacionalista añadió que "ya es hora de abrir el debate en Gales, particularmente si la primera ministra proceso con un Brexit que ha a perjudicar a esta nación".
"La estrechez de miras que ha demostrado el SNP es profundamente deplorable y ha colocado Escocia en la vía de más incertidumbre y división ", denunció la primera ministra.
May añadió que la "mayoría" de residentes en Escocia "no quiere un segundo referéndum independentista" y acusó a Sturgeon de "jugar a la política con el futuro de nuestro país".
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La dirigente escocesa ha emplazado a la ´premier´ conservadora a desafiar su propuesta de celebrar la consulta antes de que Reino Unido salga de la UE.
