"El mundo se ve amenazado por la creciente agresión de la OTAN y no por Putin y Rusia"

El ministro de Defensa, Peter Hultqvist, y el Gobierno de Suecia vuelven a introducir el servicio militar universal tanto para los hombres, como para las mujeres, escribe el medio sueco Proletaren.

"El interés, la motivación y la voluntad" siguen siendo la base del reclutamiento, apuntan los autores. Las nuevas medidas se adoptan en el contexto de los fracasos del Ministerio de contratar un número suficiente de voluntarios en aquellas unidades que desaparecieron en el marco de "la destrucción de la defensa y fuerzas armadas suecas, iniciada a principios de los años 1990".

"Esto formó parte del programa para reconstruir la política exterior durante el cual Suecia se acercó a EEUU, aspirando a una alianza militar con la OTAN", detallan.

El hecho de que "tan pocas personas quisieron convertirse en carne de cañón en la guerra imperialista en Afganistán" puede considerarse positivo. No obstante, en un momento cuando "el punto de mira del imperialismo estadounidense se dirige a Rusia y la propaganda militar describe a Putin como una amenaza para Suecia", los activistas militares creen que es hora de actuar, indica el medio.

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De esta manera, según los autores, el servicio militar universal obligatorio es mejor que un Ejército de contratistas, que quieren "una guerra por los recursos y la ocupación de otros países bajo la bandera de la OTAN".

"La rama militar [de un país] que cuenta con los contratistas con lazos fuertes con autoridades extranjeras es una amenaza para la democracia", profundizan.

Es poco probable que un poder militar que cuenta con el apoyo de los reclutas se involucre en conflictos políticos internos. Así, el servicio militar universal democratiza el poder militar y lo hace menos peligroso para las fuerzas políticas progresistas que se oponen tanto a la clase dominante como a las fuerzas imperialistas del mundo.

Además, a juicio de los autores, la nueva iniciativa será más barata que la estrategia actual de defensa operativa. Ellos expresan su dura crítica a la ocupación de Afganistán por parte de las tropas de la Alianza Atlántica. Esta guerra, "devastadora e inútil", le ha costado a Suecia entre 2.000 y 3.000 millones de dólares.

"La pobreza en Afganistán se mantiene sin cambios, y el caos seguirá allí durante mucho tiempo, igual que en todos los otros países que invadió EEUU", enfatizan.

Asimismo, indican que Washington ha sido derrotado en Afganistán en la cuestión del control de los recursos regionales. No obstante, la ministra de Exteriores sueca, Margot Wallstrom, "recurre a la táctica del avestruz", dando a entender que Estocolmo "debe estar orgulloso de que los soldados suecos presten servicios al imperialismo estadounidense".

Los autores también admiten que la amenaza principal para la seguridad internacional "no son Vladímir Putin y Rusia, sino la creciente agresión de la OTAN". Por lo tanto, el Gobierno de Suecia "se ha embarcado en un camino peligroso, al decidir asociarse con la Alianza".

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Las fuerzas armadas de Suecia participarán en los ejercicios militares Aurora 17 en el marco de la OTAN en septiembre de 2017 para "practicar la técnica del apoyo del país anfitrión". Estas maniobras, según profundizan, son "la consecuencia directa de que el Parlamento votó a favor de la firma del acuerdo con la OTAN sobre el despliegue de tropas".

"Se trata de los mayores ejercicios militares en Suecia durante los últimos 20 años", indican.

Las maniobras Aurora 17 están dirigidas contra Rusia. Así, los líderes de las fuerzas armadas "tienen ganas de demostrar su victoria con fines de propaganda", para aumentar el flujo de los que quieran entrar en el Ejército. Mientras tanto, el Gobierno de Suecia quiere "legitimar la política de orientación hacia la OTAN", concluyen.