"La Federación Rusa comparte totalmente la profunda preocupación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y Naciones Unidas por los casos del uso de armas químicas en Mosul, Irak", dijo a los periodistas.
"Los expertos occidentales constataron que tras la toma de Mosul en verano (hemisferio norte) de 2014 por Daesh (el grupo terrorista Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) los radicales obtuvieron acceso (…) al laboratorio de la universidad local e incrementaron considerablemente sus capacidades de producción de sustancias tóxicas", agregó Zajárova.
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La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que al menos 12 personas, entre ellas mujeres y niños, reciben tratamiento en un hospital de la ciudad iraquí de Erbil (norte) tras ser expuestas a armas químicas en Mosul.
La representante de la Misión de Asistencia de la ONU en Irak, Lise Grande, instó a investigar el posible uso de armas químicas en Mosul.