Sencillez y anonimidad
Dos puntos clave para el éxito de Telegram, un servicio de mensajería creado en 2013 por los hermanos rusos Nikolái y Pável Dúrov, son su sencilla interfaz y la libertad que ofrece a sus usuarios.
La sencillez del programa ha permitido que personas de todas las edades y de distintas regiones disfruten de la aplicación.
Pero más importante aún es el hecho de que ofrece a sus usuarios una libertad que antes no tenían. En Irán está prohibido demostrar en público cualquier contacto físico entre hombres y mujeres. Sin embargo, con la aplicación es posible enviar 'stickers' donde se representan a parejas casadas agarradas de la mano o abrazándose.
Además, los jóvenes ahora pueden hablar con personas del sexo opuesto antes del matrimonio sin mayores problemas. Es así como una sencilla aplicación está acabando con tabús impuestos siglos atrás.
Colaboración con el Gobierno
Pero a pesar de la crítica, políticos y medios de comunicación ultraconservadores usan Telegram como una herramienta para llegar a millones de usuarios.
Mientras tanto, el Gobierno colabora con esta aplicación para mantener un mínimo de control sobre esta poderosa herramienta.
Los servidores de Telegram en Irán se encuentran dentro del país, aunque la compañía de los hermanos Durov se negó a entregar acceso a las autoridades a la lista de todos los usuarios.
Sin embargo, los usuarios con canales de Telegram que cuenten con más de 5.000 usuarios deben registrarse con sus datos reales y su dirección. Así, ya han sido capturados administradores de varios grupos en este servicio de mensajería por difundir información que contradice a las normas del islam.
Aun así, son los canales de Telegram los que dan más poder a la red social en ese país, permitiendo a los usuarios compartir vídeos, noticias o personas con intereses similares, conservando la privacidad. En ese sentido, Telegram se ha convertido en un medio de comunicación muy poderoso en la nación persa.
Control a través de la libertad
Es así como, paradójicamente, el Gobierno es uno de los grandes beneficiados de la popularidad de Telegram. Como explica para el portal ruso Republic.ru el especialista en asuntos iraníes Adlan Margoev, incluso los canales más liberales no llaman a acabar con el régimen islámico, lo que significa que los usuarios de la aplicación no son una amenaza para el país.
Por su popularidad y la cercanía de las elecciones, Telegram difícilmente será prohibido en el futuro próximo.