"La intercepción fue realizada con ayuda del complejo modernizado de guerra electrónica Leer-3 a una distancia de más de 100 kilómetros del lugar de su despliegue", dijeron los militares del Ministerio de Defensa de Rusia.
El Leer-3 pudo interceptar el dron a través de interferencias en los radiocanales del aparato. Estas interferencias inutilizaron los sistemas de navegación del dron.
El aparato del 'enemigo' convencional pudo ser interceptado con ayuda del equipamiento del complejo, que puede enviar mensajes falsos, determinar los lugares de funcionamiento de teléfonos móviles, traspasar los datos a los artilleros y conducir el reconocimiento.
Durante estos entrenamientos los militares rusos también se entrenaron en la creación de las interferencias para los sistemas de navegación de los misiles de crucero así como se practicaron en la organización de la cooperación de distintos tipos de estaciones de guerra radioelectrónica.
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