Además, la corte dictaminó que Glushkov deberá compensar todos los daños que provocó a Aeroflot y para ello se destinarán los 20 millones de dólares en sus cuentas en Suiza que fueron arrestados desde los años 1990.
La investigación considera que a finales del siglo pasado Berezovski de hecho creó un grupo de influencia en la jefatura de Aeroflot, donde introdujo a personas de las estructuras que estaban bajo su control.
Como parte del trama, Glushkov convenció al entonces director de Aeroflot, Evgeni Sháposhnikov, a tomar crédito en divisas extranjeras para la sanación financiera de la compañía, pero en realidad el dinero fue defraudado, según los investigadores.
Actualmente Glushkov está declarado en busca internacional. En 2010 obtuvo asilo político en el Reino Unido.