En junio de 2016, el periódico francés Le Monde reveló que tenía a su disposición documentos que probaban que una de las plantas de esta empresa especializada en la producción de hormigón estuvo financiando indirectamente al grupo terrorista Daesh —prohibido en Rusia y otros países— durante más de un año y medio.
Ahora, tras llevar a cabo una investigación interna, Lafarge califica este tipo de acuerdos como "inaceptables", según Le Monde.
Por su parte, los dirigentes de la empresa Lafarge Holcim trataron de justificar a los ejecutivos de la planta en Siria, que tomaron la decisión de ceder a las demandas de los extremistas en interés de la compañía.
"Parece que los gerentes actuaron de una manera que, según ellos, obedecía a los intereses de la empresa y sus empleados. No obstante, la investigación interna reveló considerables errores de interpretación que contradecían el actual código de conducta [corporativo]", según el comunicado de la empresa.
Esas revelaciones generaron una oleada de críticas contra la planta, acusada tanto de haber financiado a los terroristas como de violar el régimen de sanciones europeas contra el Gobierno del presidente sirio Bashar Asad, destaca el diario galo.