Los principales acusados en este macrojuicio son Fèlix Millet, expresidente del Palau de la Música de Cataluña, y su exdirector administrativo, Jordi Montull, que presuntamente crearon un entramado corrupto en torno a la institución cultural para la que trabajaban.
Ese dinero, según el escrito de acusación, fue destinado mayoritariamente a gastos personales como viajes, obras en sus casas y en la de sus familiares, celebraciones o compra de electrodomésticos.
El fiscal pide para ambos una pena de 27 años y seis meses de cárcel por delitos de malversación, apropiación indebida, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, falsificación y fraude fiscal.
"Los acusados aprovecharon descaradamente la confianza pública generada por el prestigio cultural y social inherente al Palau de la Música, que envolvía con una aureola de aparente respetabilidad incluso los comportamientos más dudosos", dice el escrito de acusación.
Además, la hija de Jordi Montull, Gemma Montull, que en 2003 se incorporó al Palau de la Música como directora financiera, afronta una petición de 26 años de cárcel por parte del Ministerio Público.
Por ello también se encuentra entre los acusados el antiguo tesorero de la formación nacionalista, Daniel Osàcar, para el que la Fiscalía solicita una pena de siete años y seis meses por haber recibido parte de ese dinero ilegal.
Según recordó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), la investigación por el caso Palau se inició en 2009 y finalizó en 2016.
"Este asunto tiene 38 partes procesales: 16 acusados, dos acusaciones públicas, cuatro acusaciones particulares y/o populares, cinco responsables civiles a título lucrativo y 11 entidades jurídicas como responsables civiles subsidiarias", informó el juzgado.
La complejidad del caso y el gran número de personas implicadas hace que, según los cálculos del TSJC, la celebración del juicio se vaya a prolongar hasta el próximo 27 de junio a través de las 55 sesiones que en principio se planificaron.
En la jornada de este miércoles, Osàcar y CDC anunciaron su renuncia a la comparecencia de 36 testigos, entre los que se encontraban destacados políticos catalanes como Jordi Turrul, que actualmente preside el grupo parlamentario de la coalición independentista Junts Pel Sí, en la que se integra el Partit Demcòrata Europeu Català, nacido de la refundación de Convergència.
