"Aunque servimos juntos poco tiempo, aprecié mucho la oportunidad de haber trabajado con él y extrañaré profundamente su perspicacia, sus habilidades y su amistad", dijo Guterres.
El embajador ruso ante la ONU, quien había ocupado este cargo desde 2006, falleció de modo inesperado este lunes en Nueva York, un día antes de cumplir los 65 años.
"Durante más de una década, el embajador Churkin tuvo una presencia fuerte en el Consejo de Seguridad", sostuvo Guterres.
El secretario general de la ONU expresó también sus más profundas condolencias a la familia del fallecido, así como al Gobierno y al pueblo de Rusia.