Edwards relata que un día fue a investigar un ruido inesperado proveniente de su cuarto de lavado y se enfrentó a un movimiento muy misterioso.
El policía dejó escapar un grito cuando una botella se deslizó bruscamente de izquierda a derecha por la tapa de la lavadora, a pesar de que estaba apagada y que no había nadie más presente.
Según Jonny, más tarde hubo dos incidentes inexplicables más, cuando unos cuadros cayeron de la pared. "Estoy convencido de que esta casa está embrujada. No hay otra explicación", se quejó el joven.