"Ningún Estado, por poderoso que sea, puede pretender imponer su voluntad en contra de los principios forjados por la comunidad internacional", expresó en la ceremonia del aniversario el mandatario de México, país que fue pionero del acuerdo firmado en 1967 en la sede de la diplomacia mexicana del barrio prehispánico de Tlatelolco.
En el discurso ante la sesión 25 de la Conferencia General del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y El Caribe, Peña Nieto expresó que desterrar este tipo de armamento abre la puerta a la seguridad y la paz eliminando toda forma de tráfico de armas.
"Un gran reto es combatir el tráfico ilegal de armas, porque 44% de las muertes violentas en el mundo son provocadas por armas de fuego, que matan a unas 740.000 personas a causa de armas pequeñas y ligeras", prosiguió el mandatario.
América Latina y el Caribe es "una de las regiones más afectadas por este flagelo, y aunque hemos construido un andamiaje multilateral para evitar el tráfico de armas debemos redoblar esfuerzos particularmente para hacer efectivo el Tratado de Comercio de Armas", expresó Peña Nieto.
El origen latinoamericano
En la actual coyuntura internacional, dijo el presidente mexicano aludiendo a la incertidumbre que desató el nuevo líder de EEUU Donald Trump, "el mundo observa nuestra unidad latinoamericana, por eso agradezco a los pueblos de América Latina y El Caribe su apoyo, solidaridad y afecto, gracias en nombre de todos los mexicanos".
"Ha sido muy emotivo recibir su respaldo, es un gesto que valoramos enormemente", dijo de nuevo sin detenerse en las cruciales negociaciones con el nuevo gobierno estadounidense, en materia migratoria, comercial y de seguridad
El presidente mexicano exclamó que "México es y siempre será un país orgullosamente latinoamericano y caribeño".
Peña Nieto reseñó los meses de la crisis de los misiles soviéticos desplegados en Cuba en 1962 en su confrontación con EEUU, durante la extinta guerra fría bipolar, que estuvo cerca de desencadenar un mortífero conflicto mundial.
Medio siglo después de la firma de Tlatelolco, "podemos afirmar que muchos de los paradigmas sociales, económicos y políticos a nivel internacional han cambiado para bien", enfatizó.
Sin embargo, acotó, "hay amenazas que siguen latentes, que no han cambiado, entre ellas el poder destructivo de las armas nucleares es quizá la más grave", alertó.
Por esa razón, planteó que el mundo debe exigir a las potencias nucleares del mundo "la urgente e inaplazable necesidad de avanzar hacia una norma universal de proscripción de armas nucleares", en todo el planeta.
América Latina y El Caribe "están comprometidos a contribuir sustantivamente en las negociaciones de un Tratado Mundial de prohibición de las armas nucleares conforme al mandato de la Asamblea General de la ONU", puntualizó Peña Nieto.