Usted fue el intérprete personal del patriarca Kiril durante su encuentro con el papa Francisco en la Habana. ¿Se preparó de alguna forma para el encuentro? ¿Qué sintió?
¿Quién estuvo presente en el encuentro en el aeropuerto de la Habana? ¿Cómo valoraría el ambiente, los esfuerzos de Cuba, país anfitrión?
No se puede pasar por alto el hecho de que el Gobierno cubano, desde sus más altas esferas, preparó todo lo necesario para la reunión entre el patriarca de Moscú y de toda Rusia y el papa de Roma, garantizando un ambiente confortable y seguro, pero manteniéndose en segundo plano. Por ejemplo, durante la firma de la declaración conjunta, el líder cubano, Raúl Castro, pese a que se encontraba en la sala, ocupó un lugar relegado, alejado de los dos jerarcas religiosos, y no tomó la palabra.
¿Qué es lo que más recuerda del encuentro? ¿Cómo se comportaron el patriarca y el pontífice? ¿Surgió alguna dificultad? ¿Ocurrió algún suceso inesperado?
Poco tiempo después de empezar la reunión, los medios informaron sobre problemas técnicos con el sonido durante la transmisión de televisión. Además, en el lugar, la conversación no era audible por culpa de los chasquidos de las cámaras de fotografía. ¿Usted prestó atención a esto? ¿Esto afectó de alguna manera a su trabajo o a la comunicación con los líderes religiosos?
¿Era la primera vez que veía al papa de Roma en persona? ¿Cómo lo definiría, teniendo en cuenta su comportamiento, sus palabras y su forma de hablar?
Había tenido la oportunidad de ver con mis ojos al papa Francisco en tres ocasiones, cuando trabajé como su intérprete en los encuentros con el metropolita de Volokolamsk, Ilarión, en el Vaticano, en los años 2013, 2014 y 2015.
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El primer encuentro, en marzo de 2013, tuvo lugar justo después de la entronización del papa, donde fui intérprete de los dos interlocutores: del ruso al español y del español al ruso. Durante los otros dos encuentros, como exige el protocolo, interpreté exclusivamente para el metropolita Ilarión, mientras que el papa tenía su propio traductor: el monseñor Visvaldas Kulbokas. La impresión que produce el sumo pontífice es muy grata: él es muy abierto y tiene un buen sentido del humor. Habla con calma y su mirada es suave, pero profunda.
Patriarca ruso #Kiril destaca papel del Estado en ayuda a #discapacitados https://t.co/nkmaxfkR0e pic.twitter.com/e3QhEHyWNh
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 13 февраля 2016 г.
¿Hubo algo que se escapó de la atención de los periodistas en este encuentro histórico y que a usted le gustaría compartir?
Para ser sincero, yo estaba tan concentrado en mi tarea como intérprete que no presté mayor atención a otras cosas. Además, en mi opinión, los medios de comunicación cubrieron a fondo el encuentro y todo lo que ocurrió alrededor.