En su carta de renuncia, Flynn declaró haber sostenido múltiples conversaciones telefónicas con el embajador ruso Serguéi Kisliak y dado "información incompleta" sobre el contenido de esas consultas al vicepresidente Mike Pence.
"Inadvertidamente he informado de forma incompleta al vicepresidente electo y a otros sobre mis llamadas telefónicas con el embajador ruso", señaló Flynn en la carta.
El exasesor dijo que se había disculpado sinceramente ante el presidente y el vicepresidente, y que éstos aceptaron sus disculpas.
Según los medios estadounidenses, el Departamento de Justicia advirtió hace unas semanas a la Casa Blanca que Flynn podría resultar vulnerable a un chantaje por haber mantenido contactos con funcionarios rusos antes de que Donald Trump tomara posesión del cargo el 20 de enero.
El diario The Washington Post comunicó anteriormente que Flynn había tratado con el embajador Kisliak, en diciembre de 2016, el tema de las sanciones por la supuesta injerencia de Rusia en el proceso electoral en EEUU.
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Varios funcionarios citados por el periódico calificaron de "incorrectas" esas consultas, pues podrían haber enviado al Kremlin una señal sobre la suavización de las restricciones impuestas por la administración Obama.
En un principio, Flynn negó haber hablado de las sanciones con el embajador ruso pero más tarde aclaró que, aunque no recuerda haberlo hecho, tampoco puede afirmar con certeza que no había tratado el asunto.