"La campaña fue única desde el punto de vista técnico, los ocho generadores de la planta propulsora están en servicio, y el navío está listo para cumplir con las tareas asignadas, de lo que me informó el comandante de la nave", destacó en la reunión de bienvenida a los marineros y pilotos.
El 15 de octubre la escuadra conformada por el portaaviones Almirante Kuznetsov, el crucero Piotr Veliki, los destructores antisubmarinos Severomorsk y Kulakov y otros barcos auxiliares, zarpó desde el norte de Rusia rumbo al Mediterráneo con destino a Siria con el fin de participar en los ataques a las posiciones de los grupos terroristas presentes en ese país.
El portaviones, el único del que dispone hoy la Armada rusa, mide 302 metros de eslora y 72 de manga.
La escuadra atravesó en la campaña 18.000 millas náuticas.
Vídeo: Cómo funciona el 'cerebro' del portaviones Almirante Kuznetsov
Durante dos meses de trabajo del grupo aeronaval en la nación árabe, los pilotos de la aviación naval rusa llevaron a cabo 420 vuelos de combate, destruyendo más de 1.200 objetivos terroristas.
A consecuencia de los incidentes aéreos en el mar Mediterráneo se perdieron dos aviones: un caza MiG-29K y un Su-33, sin que hubieran bajas humanas ni daños al portaviones.