El especialista opina que cualquier iniciativa que busque reducir el arsenal nuclear del país es peligrosa porque las capacidades de ataque débiles con un fuerte sistema de defensa antimisiles de EEUU puede causar tentación en Washington de realizar un ataque 'preventivo'.
Rusia comenzó a tomar medidas para contrarrestar la defensa antimisiles de antemano. El país eslavo tiene varias ventajas dado que dispone de un arsenal de cohetes portadores más diverso y más numeroso, así como su enorme territorio y la cercanía geográfica relativa a Estados Unidos.
Gracias al territorio gigantesco de Rusia, los misiles de EEUU y de sus aliados en Asia no serán capaces de aniquilar los misiles balísticos rusos durante la etapa de su lanzamiento. Las capacidades del sistema DAM norteamericano en Europa en el mejor de los casos podrán hacer daño solo a una parte menor del arsenal ruso.
China por su parte tiene una situación más complicada. Sus fuerzas nucleares son menores y la mayoría de ellas son los misiles balísticos de medio alcance, vulnerables a los ataque de DAM norteamericano.
En el contexto del fortalecimiento de los sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos y su acercamiento a las fronteras chinas, el arsenal chino de misiles balísticos intercontinentales puede resultar demasiado pequeño para garantizar la capacidad de un segundo ataque.
Esta supremacía, según opina Estados Unidos, hará que los chinos rechacen su política de defender sus intereses en la escena global.
Entretanto, Pekín desde hace varios años sigue aumentando las capacidades de producción de su industria de misiles. El despliegue de los misiles DF-41 así como los ensayos de los misiles DF-5C con 10 ojivas es una muestra de que China puede llevar a cabo un aumento súbito de sus capacidades de ofensiva, y es posible que crezcan de manera más rápida que las fuerzas del DAM estadounidense en la región.