La llegada del Apollo 11 a la luna, en 1969, con el astronauta Neil Armstrong dando su 'gran salto para la humanidad', fue leído como una derrota de la Unión Soviética. En el imaginario popular, Estados Unidos fue el gran ganador de la carrera espacial. Pero un documental de la BBC concluyó que la URSS fue en realidad el triunfador. Antes de la llegada a la luna, Rusia llevó al espacio el primer satélite (el Sputnik, en octubre de 1957), el primer ser viviente (la perrita Laika, en noviembre de 1957), el primer ser humano (Yuri Gagarin, en 1961), la primera mujer (Valentina Tereshkova en 1963) y la primera estación orbital (Salyut 1, en 1971).
Asimismo, gran parte de los avances que hoy se usan en la Estación Espacial Internacional se deben a innovaciones de la Unión Soviética.
Para repasar aquella carrera y sus consecuencias científicas, en Big Bang hablamos con el físico argentino Mario Díaz, director del Centro de Astronomía de Ondas Gravitacionales de la Universidad de Texas Valle de Río Grande, en Estados Unidos.
"Los primeros grandes avances fueron producidos por la Unión Soviética", admite Díaz, y opina que la carrera, que fue un 'subrproducto de una carrera armamentística', terminó en una suerte de colaboración. "Para mí lo más importante es eso: que se colabore" en proyectos científicos, dijo el físico argentino.
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