Además del expresidente, en este proceso serán juzgadas dos integrantes de su antiguo equipo de Gobierno, la exvicepresidente Joana Ortega y la exconsejera de Enseñanza Irene Rigau.
La comitiva estuvo encabezada por los acusados y por políticos de partidos independentistas como el PDECAT, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) o la Candidatura de Unidad Popular.
El apoyo institucional a los encausados estuvo encabezado por el actual presidente catalán, Carles Puigdemont, y por la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell.
A su llegada al juzgado, los manifestantes lanzaron proclamas como "Independencia", "Todos somos 9N" y "Fuera la justicia española".
La Fiscalía solicita una pena de diez años de inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos para Mas y de nueve para sus exconsejeras, además de una multa de 36.000 euros para el expresidente y de 30.000 para las otras dos acusadas.
Según explicó Artur Mas en una rueda de prensa ofrecida el domingo, el expresidente se considera el "máximo responsable político" de la consulta soberanista, pero niega haber incurrido en ningún delito durante la preparación del proceso participativo.
Es decir, los exgobernantes catalanes mantienen que interrumpieron los preparativos del referéndum tras conocer la prohibición del Constitucional y que fue la sociedad civil quien hizo que la consulta finalmente saliera adelante sin la implicación del Gobierno.
En la consulta soberanista del 9 de noviembre de 2014, que no contaba con reconocimiento alguno por parte del Estado español, participaron 2,3 millones de personas, de las que un 80,76% votó a favor de la independencia de Cataluña.
Según informó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el juicio cuenta con un total de 342 periodistas acreditados provenientes de cuarenta medios de comunicación diferentes, entre los que se encuentran siete corporaciones comunicativas extranjeras.
