En realidad, forman parte del sistema de identificación de delincuentes (AFID, por sus siglas en inglés). Cada papelito se imprime con el número de serie del arma, por lo que se puede identificar al propietario de la pistola que efectuó el disparo, escribe Neatorama.
Hay docenas de etiquetas AFID en cada cartucho, lo que hace que sea prácticamente imposible para el usuario borrar sus huellas, lo que desalienta el empleo del arma en un crimen.
En el siguiente vídeo se pueden comprobar los efectos de una pistola paralizante en el cuerpo desnudo a cámara lenta y, definitivamente, no tiene absolutamente nada que ver con una fiesta. El cartucho eléctrico salta de la pistola en una explosión de confeti y vuela por el aire hasta atravesar la piel de la víctima.