Un mayor seguimiento y ciertas restricciones para la compra de un arma de fuego por parte de las personas con problemas mentales era el tema central de una reforma propuesta por el expresidente Barack Obama. Por su parte, sus críticos afirmaban que despojaba a los ciudadanos de uno de sus derechos constitucionales, informa USA Today.
El movimiento fue aclamado por la Asociación Nacional de Rifles como una victoria de la segunda enmienda de la Constitución. Chris Cox, director ejecutivo del Instituto para la acción legislativa de la Asociación Nacional de Rifles, comentó que "[esta reforma] de las armas de fuego de última hora y clandestina por parte del Gobierno de Obama habría despojado a los estadounidenses respetuosos de la ley de su derecho garantizado por la segunda enmienda [del derecho de poseer armas] sin el debido procedimiento. La votación de hoy fue el primer paso para revocar esta acción inconstitucional".
Los adversarios a la medida entre los parlamentarios demócratas coinciden con sus colegas en que la ley no debería "estigmatizar" a toda la comunidad de discapacitados mentales, pero sostienen que la regla de la Administración Obama buscaba excluir de posesión de armas a un grupo pequeño de personas que sí tienen limitaciones contra cualquier tipo de trabajo debido a su condición, según el medio estadounidense.