Un equipo de investigadores de la Universidad de Medicina de Viena encabezado por Ulrike Willinger pidió a 156 personas calificar su nivel de comprensión y disfrute de 12 caricaturas de humor negro. Los sujetos sometidos a estudio fueron 76 mujeres y 80 hombres con una edad promedio de 33 años.
El estudio distinguió tres grupos de participantes. El grupo con el mayor aprecio y comprensión por el humor negro obtuvo la valoración más alta en las pruebas de CI verbal y no verbal y en nivel educativo. Por último, estos individuos puntuaron más bajo en agresividad y en estado anímico de mal humor.
El segundo grupo mostró una comprensión moderada de las bromas, pero fue el que menos las disfrutó. Estas personas obtuvieron una puntuación promedio de inteligencia y mostraron niveles de agresividad más altos, unidos a estados anímicos de mal humor más frecuentes.
Los hallazgos contradicen las teorías anteriores sobre la relación entre agresividad y humor. Todavía en 1905, el psicoanalista Sigmund Freud planteó la hipótesis de que el humor permite una liberación de impulsos sexuales y agresivos generalmente reprimidos.
"Eso encaja con investigaciones anteriores, que muestran que el sentido del humor se correlaciona con el cociente intelectual (CI), pero refuta la creencia común de que las personas que prefieren el humor negro tienden a ser gruñonas y propensas al sadismo", resumen los autores del estudio.