"Los líderes del Medzhlís no conseguirán con ello la emigración de los tártaros de Crimea que están plenamente integrados en la sociedad rusa", dijo a Sputnik Zaur Smirnov, jefe del Comité para Relaciones Interétnicas en el Gobierno de Crimea.
El funcionario no descartó que la proclamación de una autonomía así en Jersón pueda "provocar un conflicto étnico en una región fronteriza con Crimea".
"Los tártaros de Crimea ya tienen una patria, Crimea, que les ofrece todas las condiciones para desarrollarse, así como preservar su cultura y sus tradiciones. Todas las formaciones alternativas son una provocación política", remarcó Smirnov.
La comunidad de los tártaros de Crimea residentes en la península homónima se estimaba en torno a 230.000 personas en octubre de 2014.
En abril de 2014, varias semanas después del referéndum en el que más del 96% de los votantes apoyaron la reunificación de Crimea con Rusia, el presidente ruso Vladímir Putin decretó la rehabilitación jurídica de los tártaros de Crimea y otras comunidades étnicas que sufrieron represión en los tiempos de Stalin.