Los expertos determinaron que dentro de un pedazo de ámbar se encontraba la hembra de un insecto prehistórico. El hallazgo resultó ser tan sensacional que los científicos decidieron crear un género separado, llamado Aethiocarenodea. La especie, por su parte, recibió el nombre Aethiocarenus burmanicus.
El extraño animal fue descubierto en Birmania por el entomólogo George Poinar Jr., de la Universidad Estatal de Oregón.
"Nunca he visto algo parecido. Parece un insecto único en el mundo, de modo que después de debatir la cuestión con toda seriedad, decidimos crear un género separado", aseguró Poinar.
El animal ha estado atrapado en ámbar desde hace millones de años. Gracias al óptimo estado de conservación, pueden observarse sus largas y finas patas conectadas a su cuerpo delgado. La criatura pudo haber vivido en la corteza de los árboles y se alimentaba de gusanos, garrapatas, etcétera.
En cuanto a la característica más interesante y distintiva de Aethiocarenus burmanicus, hay que destacar el raro aspecto de su cabeza, que tiene forma de triángulo invertido. Esta se une al cuello formando un ángulo agudo.
"Tiene el cuello largo, ojos grandes y la cabeza raramente estrecha. En consecuencia, me pareció de repente que se parecía a un extraterrestre. Hasta hice varias mascarillas con la forma de la cabeza de este insecto para Halloween. Debo decir que los niños se asustaron al vérmela puesta, de manera que tuve que quitármela", relató el autor de la investigación.
Los científicos desconocen la causa de la extinción de estos animales, pero lo más probable es que murieran tras la destrucción de su hábitat privilegiado.