"Según nuestros cálculos, la deuda es del orden de 550 millones de dólares", declaró Dvorkóvich.
Anteriormente, el vice primer ministro dijo que Moscú sigue negociando con Minsk una solución a la disputa del gas e insiste en que la contraparte abone la totalidad del importe correspondiente al año 2016 a partir de la fórmula acordada en un principio.
A principios de 2016, Bielorrusia calificó de injusto el precio Rusia le cobra por el suministro del gas y redujo los pagos unilateralmente.
Por su parte, Rusia recortó el volumen del crudo libre de aranceles que envía a Bielorrusia alegando la deuda del país vecino por el gas, así como el incumplimiento de las obligaciones relacionadas con el suministro de derivados del petróleo al mercado ruso.
En octubre pasado, las dos partes declararon haber logrado un compromiso pero no desvelaron los detalles.
Sin embargo, la disputa sigue pendiente y se reavivó a finales de 2016 cuando Minsk anunció una subida de las tarifas por el transporte del crudo ruso a partir del presente año. Moscú calificó el alza como excesiva.