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Para los soldados de esta brigada ha sido organizado un corto curso de formación para el adecuado movimiento a través de la tundra con la ayuda de perros. Los ejercicios han incluido disparos en movimiento, además de la entrega secreta de municiones y combustible a la división que se encuentra en la retaguardia del enemigo.
A los exploradores del batallón ártico se les enseña a ocupar la posición en un trineo de renos y desplegarse en puestos de observación. Los renos se mueven de forma más discreta, no ladran al enemigo e incluso se quedan en silencio cuando están heridos.
Cabe recordar que, durante la Segunda Guerra Mundial, para las necesidades del frente en la Unión Soviética fueron movilizados más de 10.000 de estos animales, que formaron parte de varios equipos de transporte y batallones de esquí. Allí sirvieron criadores de renos indígenas del extremo norte junto a sus animales.