La youtuber contestaba a las preguntas desde su auto cuando se produjo un fuerte estruendo, seguido de unas imágenes borrosas, humo y fuego. La noticia de un accidente espeluznante se extendió como la pólvora y provocó una subida masiva de visitas a sus perfiles en las redes sociales, así como múltiples especulaciones sobre su estado de salud. Mucha gente se temió lo peor.
Finalmente, Ashley Waxman Bakshi 'resucitó' y anunció que se trataba de un montaje para concienciar a los internautas del peligro de usar el móvil al volante, algo que provoca el 80% de los accidentes en carretera.
La campaña fue lanzada por la asociación Or Yarok y la agencia BBR Saatchi & Saatchi de Tel Aviv. Según dichas empresas, estas campañas son mucho más eficaces que los mensajes de concienciación, que no funcionan porque los usuarios los perciben como 'anuncios' y no se los creen.