En los documentos no hay información sobre las razones y los fines de compilar estas bromas, pero en una nota al pie de uno de los chistes hay una inscripción que dice "se escuchó en Arjángelsk" (ciudad del noroeste de Rusia). Las bromas pertenecen a la época de la 'perestroika' —cambio de régimen en la Unión Soviética a mediados y finales de los 1980— y contienen críticas a los mandatarios soviéticos.
Los consellers de Mas y el chiste soviético:
— Sergio Molina (@smolinasan) 27 декабря 2015 г.
— ¡Última hora, Stalin ha muerto!
— Sí, ¿pero quién se lo dice a Stalin?.#ANECUP
Aquí hay varios ejemplos, muy conocidos entre los rusos.
En uno de estos chistes, un estadounidense muestra los beneficios de la libertad de expresión en su país declarando que él puede ir a la Casa Blanca y gritar: "¡Que se vaya al diablo Ronald Reagan!" —Reagan era presidente de EEUU en los años 80—. El ruso le contesta que también puede ir al Kremlin y gritar: "¡Que se vaya al diablo Ronald Reagan!"
Me gusta este chiste:
— Emile Sand (@EmileSand) 30 мая 2016 г.
— ¿Qué piensa de nuestro régimen? pregunta un policía soviético a otro.
— Lo mismo que ud.
— Lo siento, debo arrestarlo.
Otro chiste célebre describe cómo diferentes líderes del Estado soviético resuelven el problema de una avería en el tren. Lenin reúne a obreros y campesinos y les pide construir un ferrocarril nuevo. Stalin ejecuta al conductor. Jruschov rehabilita al conductor ejecutado y ordena quitar los carriles detrás del tren y ponerlos delante del motor. Brézhnev corre las cortinas del compartimento e imita los movimientos del tren balanceando su cuerpo. Gorbachov convoca una reunión en la que canta: "¡No hay carriles!". No es difícil de entender que aquí el ferrocarril simboliza la propia Unión Soviética.
Chiste soviético:
— Donnie (@DoodleDonnie) 9 ноября 2016 г.
— ¿Es el marxismo una ciencia?
— No. Si lo fuera la habrían probado primero con animales. https://t.co/XEyERhbgnm
En otra broma, una persona entra en una tienda de alimentos preguntando si no hay carne, a lo que una dependienta responde: "No, aquí no hay pescado, carne no la hay en la de enfrente". El chiste parodia del déficit de alimentos que a veces tenía lugar en la URSS.