"Oliver Schmidt, quien encabezó la oficina de cumplimiento normativo de la compañía en los Estados Unidos entre 2014 y marzo de 2015, fue arrestado por investigadores federales en Florida y se espera que sea procesado en Detroit", escribió el diario citando fuentes cercanas al caso.
El fabricante de automóviles alemán admitió en septiembre de 2015 que había instalado en 11 millones de automóviles en todo el mundo un software ilegal que alteraba los resultados de las emisiones diésel.
De acuerdo al periódico, funcionarios de la Junta de Recursos del Aire de California dijeron que Schmidt desempeñó un papel importante al tratar de convencer a los reguladores de que el exceso de emisiones era causado por problemas técnicos y no por engaños deliberados, además de presentarles información inventada.
Un juez federal de EEUU aprobó en octubre de 2016 un acuerdo para que Volkswagen pagara 14.700 millones de dólares a los dueños de 475.000 vehículos diésel, en lo que representó el mayor acuerdo extrajudicial de la historia de la industria automotriz.