Rusia es un país muy conocido por su riguroso invierno. Sin embargo, las temperaturas extremadamente bajas vividas en los primeros días de enero en algunas partes del país eslavo son inusuales hasta para los mismos rusos, ya acostumbrados al frío. En Moscú, por ejemplo, la noche del 6 de enero fue la más fría de los últimos 120 años.
Pero los nadadores de invierno no dejan que tales temperaturas les impidan sumergirse en el agua. En los últimos días, muchos 'morzhis' han compartido en las redes sociales sus aventuras bajo temperaturas que llegan a los —30°C.
A las personas que no están acostumbradas a tal práctica, la natación de invierno puede parecer peligrosa para la salud. Sin embargo, los rusos afirman que la estimulación del organismo por el frío genera un fortalecimiento del sistema inmunológico.