¿Por qué subió entonces el precio de la gasolina? se preguntó el mandatario "porque en el último año, en todo el mundo, el precio del petróleo aumentó cerca de 60 por ciento", dijo en su inusual explicación didáctica. El mandatario no mencionó el derrumbe previo de más del 70% de los precios mundiales del crudo desde niveles de más de 100 dólares por barril, antes de 2014.
"Sé que hay mucha molestia y enojo por esta situación, son sentimientos que entiendo y que comprendo", reconoció sin entrar en detalles.
El otro reto que México debe enfrentar en 2017, es el de "construir una relación positiva con el nuevo Gobierno de los Estados Unidos", de Donald Trump que llega con políticas contra el libre comercio que afectarían a México, dijo.
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En lo que consideró como "una amplia explicación sobre este tema" de los energéticos, para aclarar dudas señaló que este ajuste en el precio de la gasolina no se debe a la Reforma Energética —que abrió el monopolio energético de casi 80 años a la inversión privada y extranjera—, ni tampoco a un aumento en los impuestos.
"Ha aumentado el precio internacional de la gasolina, lo que nos afecta directamente, ya que desde hace años, México importa más de la mitad de los combustibles que consumimos", dijo enfatizando por primera vez un tema que el discurso oficial suele soslayar.
"En pocas palabras, se trata de un aumento que viene del exterior, el Gobierno no recibirá ni un centavo más de impuestos por este incremento", argumentó el mandatario.
Fin de los subsidios
No obstante, las gasolinas contienen un tributo de casi 25 por ciento denominado Impuesto Especial a la Producción y el Servicio (IEPS), que se aplica a combustibles, cervezas, licores, cigarros y refrescos.
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Proseguir ese subsidio "habría significado un gasto adicional de más de 200.000 millones de pesos (casi 10.000 millones de dólares)", argumentó el mandatario.
Mantener precios de la gasolina a costa del presupuesto gubernamental "significaría quitarles recursos a los mexicanos más pobres para dárselos a los que más tienen".
Los datos duros hablan por sí mismos —dijo—: "60 millones de mexicanos, los de menores ingresos, sólo consumen el 15 por ciento de la gasolina". En contrates se señaló a un sector privilegiado: "mientras que 12 millones, el 10 por ciento de la población de mayores ingresos, consume 40 por ciento de la gasolina".
En el pasado, otros gobiernos decidieron mantener artificialmente bajo el precio de la gasolina, para evitar costos políticos, sostuvo el presidente.
"Lo pudieron hacer porque el país producía más petróleo, que se vendía más caro que nunca en la historia y el Gobierno tenía ingresos excedentes", esgrimió.
"Literalmente fue dinero que se quemó regalando gasolina, en lugar de invertir en cosas más productivas como sistemas de transporte público, escuelas, universidades y hospitales", retrucó.
Contrastó con las políticas austeras de su gobierno al recortar el gasto del propio Gobierno de la República en casi 190.000 millones de pesos (unos 9.000 millones de dólares) y la eliminación de alrededor de 20.000 plazas laborales.
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El líder latinoamericano anunció finalmente que partir del primer trimestre de este año 2017, reducirá en 10 por ciento la partida de sueldos y salarios de funcionarios públicos de mandos superiores federales.
Finalmente de cara a los retos, que incluyen a EEUU, llamó a "la unidad nacional es el valor supremo que ha permitido a México preservar su independencia y soberanía, y afrontar con éxito los mayores desafíos de nuestra historia".