"Brasil es la décima economía más poderosa del mundo y su situación no sólo tiene gran influencia regional sino que, a través de su integración en los BRICS, incide en una parte significativa del mundo", reflexiona Pablo Gentili quien recomendó el volumen "Golpe en Brasil. Genealogía de una farsa", donde escriben entre otro Noam Chomsky, Perry Anderson y Frei Betto.
"Es claro que además de destituir a Dilma el objetivo es imposibilitar el regreso de Lula y de las políticas del PT al poder".
Para la socióloga Inés Nercesián, de la Universidad de Buenos Aires, está claro que los principales promotores de este golpe son las élites políticas, los grandes grupos económicos comandados por la Federación de Industrias de San Pablo, la más poderosa de Sudamérica, los terratenientes y los pulpos mediáticos a los que se sumó el descontento de un sector de las capas medias.
En ese sentido, Joaquim Piñero, líder del Movimiento Sin Tierra de Brasil, subrayó que el actual presidente Michel Temer llegó al Ejecutivo para aplicar políticas neoliberales de ajuste y privatización, aunque eso nadie lo votó.
"Buscarán reprimir a los movimientos populares pero nuestra única salida es manifestarnos en la calle ante el atropello de este nuevo gobierno".