La expectativa es que la inflación baje considerablemente respecto a la previsión para 2016, que pasó del 6,40 al 6,38%, según el mismo informe.
La regla del Gobierno brasileño sostiene que lo ideal es que la inflación se sitúe alrededor del 4,5% con un margen de dos puntos por encima y por debajo, por lo que este año podría alcanzarse el objetivo.
Con la desaceleración de la inflación y la crisis económica el Banco Central podría intensificar el corte de la tasa básica de intereses, la Selic.
Actualmente la tasa está en el 13,75% al año, pero las instituciones financieras creen que terminará el 2017 con un 10,25% al año.