Según el medio, la decisión del presidente saliente de EEUU, Barack Obama, una de las "jugadas diplomáticas más esperadas del año, tomó a Rusia desprevenida".
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La réplica del Kremlin no había tenido precedentes. Es que la lógica del "ojo por ojo" siempre ha sido parte del juego.
"Todos esperábamos una respuesta más fuerte, francamente", admitió Vladímir Frolov, experto en seguridad y exasesor del Gobierno de Rusia.
De esta manera, las autoridades rusas se dieron cuenta de que las nuevas sanciones "habían sido promovidas por un hombre amargado" y no por todo el establishment de EEUU.
"Estas sanciones fueron impulsadas en un estallido final y fútil de odio por un pato cojo", explica el medio.
Así, con su respuesta bien elaborada Putin "marcó una vuelta completa de su diplomacia tradicional, un triunfo táctico", después de lo cual las nuevas sanciones de Obama, "destinadas para ser intocables para el futuro Gobierno de Trump", han dejado de parecer irreversibles.
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"Fue una decisión muy inteligente. Humillará a Obama aún más", dijo Lukiánov.
A pesar de que las discrepancias acerca de asuntos a nivel internacional podrían obstaculizar la normalización de las relaciones bilaterales entre Rusia y EEUU, hay "indicadores que señalan un buen comienzo", concluye el medio.
