El Kremlin declaró el 30 de diciembre que Moscú no recurrirá a la 'diplomacia irresponsable de cocina' y expresó su esperanza de poder mejorar las relaciones bilaterales entre los dos países cuando el presidente electo de EEUU asuma el cargo.
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"Mientras preservamos el derecho de tomar medidas recíprocas, no vamos a rebajarnos al nivel de la irresponsable diplomacia de cocina. Procederemos partiendo de la política adoptada por la Administración de Donald Trump", indicó Putin.
De esta manera, la decisión del presidente ruso de tomar el camino moral como respuesta a la introducción de nuevas sanciones impactó a los expertos estadounidenses y algunos representantes de la Administración de Obama.
"Francamente es la respuesta más perjudicial y vergonzosa que EEUU podía haber recibido", dijo Michael Kofman, experto en Rusia y Eurasia del Centro Wilson citado por Business Insider.
Según agregó, tanto el Gobierno de Obama, como el Congreso "están tratando de involucrar a Trump en su política con Rusia". No obstante, en lugar de responder a la última decisión de EEUU con medidas de represalia previsibles, explicó, "los rusos optaron por tratarla como cuestión de poco importancia".
Otro experto en temas rusos, Boris Zilberman de la Fundación para la Defensa de Democracias, apuntó que en los últimos intentos de Obama "Putin vio una llave a las futuras relaciones con la nueva Administración".
"Comportarse como si estuviera por encima de toda esta batalla es una victoria para él también", detalló.
Por su parte, Mark Kramer, director del Proyecto de Estudios de la Guerra Fría, de la Universidad de Harvard, expresó que la respuesta de Putin hace que los esfuerzos de Obama parezcan "débiles". Según el experto, "el anuncio conspicuo de Putin intentó dar la impresión de que las medidas de Obama son débiles e intrascendentes y no merecen una respuesta".
