"Creo que el ministro de Hacienda no estaba esperando esto. Se trata de una decisión del presidente. A partir de ahora se creará una nueva subdivisión del ministerio de Economía entre Hacienda y Finanzas. Esto es una señal: no se apunta a una mayor centralización como muchos creían sino todo lo contrario, hay cada vez agencias del Estado para administrar la política económica", dijo a Sputnik Julio Burdman, doctor en Ciencia Política.
El anuncio fue realizado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una conferencia de prensa en Casa de Gobierno. "El Presidente le pidió la renuncia. Es un tema de diferencias políticas. No se trata de internas sino de una visión de cómo organizar el trabajo dentro del gabinete ministerial", aseguró Peña, quien destacó que durante la gestión de Prat-Gay "se lograron grandes cosas, como la salida del cepo, la normalización de las relaciones internacionales, la salida del default, mejorar el impuesto a las Ganancias y el sinceramiento fiscal".
El especialista interpretó el hecho de que Prat-Gay sea reemplazado por un execonomista que "venía criticando las medidas del ministro saliente" como una "posibilidad de giro" en la política del gobierno argentino.
Para Marcelo Elizondo, profesor de política internacional del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y director de la consultora DNI, uno de los motivos que explican la falta de sintonía del Gobierno con Prat-Gay es la organización ministerial.
"El presidente organizó una administración distinta a la tradición argentina con una enorme cantidad de carteras, sin un ministerio que permita demasiado poder a su titular. Ese esquema de poca autonomía y poder individual molestaba a Prat-Gay, quien reclamaba más facultades. Finalmente, Macri optó por exacerbar ese modelo, ya que ahora produce una nueva división en el ministerio de Economía", señaló.
Pero en los últimos tiempos había habido algunos desencuentros. Lo que decidió el destino del saliente ministro fue la negociación para la ley de la reforma del impuesto a las ganancias aprobada a mediados de diciembre. El Ejecutivo había presentado un proyecto que fracasó en el Congreso originado por de Prat-Gay. Fue un momento de "alto riesgo" para el Gobierno.
"A partir de esa presentación desairada, Alberto Abad, titular de la agencia de recaudación de impuestos, comenzó a elaborar un proyecto alternativo que se negoció con las bancadas de la oposición. A partir de entonces Prat-Gay quedó relegado. Ese puede ser visto como el momento final por el cual quedó por fuera de la administración", explicó Elizondo.