Se trata de Albrecht von Boeselager, ex Gran Canciller de la Orden de Malta, destituido de su puesto por "no haber impedido la distribución de preservativos" entre las estructuras médicas de la Orden, informa el diario romano Il Messaggero. Associated Press relata que se trata en particular de la iniciativa de repartir contraceptivos entre las esclavas sexuales en Myanmar (Birmania), para ayudarlas a no contraer infecciones. Esto habría sido tomado como contrario a la moral católica y por tanto una grave conducta del Gran Canciller.
El propio Boeselager dice haber sido víctima del conservadurismo, describiéndose a sí mismo como "un católico liberal no dispuesto a aceptar la doctrina de la Iglesia". El papa Francisco dio la orden de formar una comisión especial, integrada por cinco figuras de renombre dentro de la Iglesia, para investigar el caso.
Los caballeros de Malta, por su parte, llamaron la suspensión de Boeselager "un acto de la administración gubernamental interna de la Soberana Orden de Malta y, en consecuencia, queda exclusivamente dentro de su competencia".