"Al día siguiente de la redada iba a llegar una delegación internacional para verificar la destrucción de las armas", aseguró Mixel Berhokoirigoin, sindicalista que fue detenido en la operación del pasado viernes.
Actualmente todos los detenidos en la redada se encuentran en libertad bajo la acusación de tenencia y transporte de armas y explosivos.
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Según comunicó el sindicalista, los detenidos en la operación participaban "por iniciativa propia" en los trabajos de desarme.
"Nosotros debíamos neutralizar y destruir las armas, dejarlas de manera que no pudieran volver a utilizarse", afirmó.
"Tras haber sacado las armas de sus cajas empezamos a neutralizarlas con ayuda de una pulidora y de un taladro cuando llegaron los policías", explicó este viernes Jean-Noël Etcheverry, otro de los detenidos, en una entrevista concedida al diario frances Libération.
En opinión de Berhokoirigoin, "no basta con decir que la sociedad civil debe hacer algo" y por eso los detenidos decidieron involucrarse en los trabajos de desarme a pesar de saber que corrían "importantes riesgos".
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El sindicalista celebró que la redada de Luhuso haya dado "frutos" en un sentido político después de que durante la jornada del jueves representantes del Partido Nacionalista Vasco, de EH Bildu, Geroa Bai y Podemos pidieran a las autoridades francesas y españolas un impulso a las operaciones de desarme de manera controlada y transparente.
