Sin embargo, el experto descarta estas variantes por ser "poco probable" que los actores mencionados se atrevan a realizar un ataque de este tipo en territorio turco.
"Los nacionalistas turcos podrían haber actuado como instigadores en el asesinato, pero resulta imposible imaginar esto en el territorio turco, especialmente, teniendo en cuenta la personalidad del [presidente turco, Recep Tayyip] Erdogan", argumenta Satanovski, citado por el medio ruso Life.
Lo mismo es lógico para Catar, según el analista, ya que Doha actualmente es un socio militar de Ankara y no se habría atrevido a cometer un crimen tan grave en territorio turco.
Aunque admite que todavía se debe esperar la investigación oficial de lo ocurrido, el analista ruso concluye que "Arabia Saudí podría estar detrás del asesinato del embajador ruso".
"A mi juicio, los saudíes podrían haber sido los instigadores, particularmente, el 'viceheredero' del país árabe, Mohamed bin Salmán. Para él, la derrota en Alepo es un desastre en su camino hacia el trono [del reino de Arabia Saudí]", afirma Satanovski.
"Al embajador lo asesinaron en un país que sin duda no está involucrado y que no tiene ningún beneficio de la situación (…) Sí, es verdad que no garantizaron el debido nivel de seguridad. Al mismo tiempo, el país está fragmentado y el Gobierno es incapaz de mantener la seguridad de sus propios aeropuertos, y el verano pasado vivió un intento de derrocar a su presidente. ¿De qué se les puede culpar?", se pregunta Satanovski.
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