Este dispositivo pesaba 23 kilos y era un poco más grande que una máquina de escribir, pero en los años 70 fue un avance increíble para la industria de los ordenadores portátiles. Mirando este gracioso anuncio publicitario pueden apreciar cómo han evolucionado estos aparatos en las últimas cuatro décadas.
Ahora puede que nos riamos de este modelo de la primera minicomputadora de IBM, pero en 1977 había muy pocos otros ordenadores disponibles, y ninguno con las mismas capacidades que el 5100.
Tenía un sistema bastante completo, con teclado, almacenamiento de datos incorporado y pantalla. Empleaba un procesador de 16 bits llamado PALM y estaba disponible en 12 opciones, con 16K, 32K, 48K o 64K de almacenamiento principal. Y no era en absoluto barato: su precio oscilaba entre los 9.000 y los 20.000 dólares.