"Nuestra fuente no fue el Gobierno ruso", declaró el fundador de WikiLeaks al programa de radio The Sean Hannity Show.
Además declaró que WikiLeaks conoce perfectamente sus fuentes, pero no tiene la intención de desvelarlas.
"Nos disgusta haber tenido la necesidad de declarar que nuestra fuente de información no fue ningún Estado, habitualmente no decimos nada, estamos interesados en defender a nuestras fuentes y por ello nunca decimos nada de ellos", expresó.
El conductor del programa preguntó a Assange sobre la declaración del exembajador de Gran Bretaña en Uzbekistán, actualmente colaborador del sitio web de WikiLeaks, Craig Murray, quien informó que recibió los correos electrónicos de una fuente interna que trabaja para Clinton y no de "hackers rusos".
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Según el colaborador, los demócratas que filtraron la información secreta hicieron esto motivados por su "repulsa a la corrupción existente en la Fundación Clinton y la actitud durante las primarias respecto a Bernie Sanders".
"Craig Murray no está autorizado a hablar en nombre de WikiLeaks", afirmó Assange.
Numerosos medios estadounidenses llegaron a afirmar que hackers rusos se inmiscuían en la campaña electoral para ayudar al candidato republicano y ahora presidente electo Donald Trump.
El propio Trump tachó de ridículas tales afirmaciones.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las calificó de "gratuitas", y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, tildó de "tontería" los informes sobre la presunta implicación de los dirigentes de Rusia en los ciberataques.
El presidente Vladímir Putin comentó a su vez que la agitación generada por las filtraciones que siguieron los hackeos se azuzaba para desviar la atención de su contenido.
