En una entrevista al medio, Abdulaziz bin Habtour condenó a Gran Bretaña de cometer crímenes de guerra al suministrar al ejército saudí armamento que puede ser utilizado en los bombardeos, en particular, las bombas de racimo.
"Han vendido las bombas de racimo a Arabia Saudí sabiendo que los sauditas van a utilizarlas en los bombardeos en Yemen. Están participando en estos bombardeos contra el pueblo yemení", declaró.
"El Reino Unido continuará promoviendo la globalización de la Convención [sobre municiones en racimo], trabajando para alcanzar el objetivo de la adhesión universal. Con la entrada en vigor de la Convención, damos un paso adelante hacia la prohibición global y el fin del intolerable sufrimiento que se ha infligido a la población civil por este armamento", reza una declaración en el sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores británico.