Durante el experimento, los investigadores pesaron a un grupo de estudiantes durante el primer y último año de su formación universitaria. Los resultados mostraron que el peso promedio de los participantes aumentó de unos 66 kilogramos a unos 71.
Asimismo, los científicos refutaron el mito de que el primer año de estudios es el más perjudicial para la salud, puesto que en este período los participantes solo ganaron unos 1,5 kilogramos.
"Este estudio, al igual que los anteriores, sugiere que los estudiantes universitarios son propensos a ganar peso, lo que puede impactar su salud en el presente y, aún más significativamente, en el futuro", declaró la científica Lizzy Pope, citada por el portal.
Los investigadores opinan que este experimento podría ayudar a los servicios de salud pública a luchar contra la obesidad juvenil.