Al inicio de la misiva el presidente admite que Brasil vive un "escenario profundamente adverso" que en su opinión es necesario combatir con profundas medidas de ajuste fiscal, y cita la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) 55, que se está tramitando actualmente en el Congreso Nacional.
Según la tesis de Temer la "ilegítima" filtración de las declaraciones de los directivos de Odebrecht a los investigadores de la Operación Lava Jato dificultan la aprobación de estas medidas necesarias para la recuperación del país.
"El desarrollo fraccionado o lento de los procedimientos procesuales que supuestamente implicarían a múltiples agentes políticos funciona como elemento perturbador de una serie de áreas de interés de la Unión", lamenta Temer.
Temer fue uno de los 51 políticos citados por el ex directivo de Odebrecht Cláudio Melo Filho en sus declaraciones a los investigadores de la Operación Lava Jato filtradas en los últimos días.
Según este directivo el actual presidente pidió diez millones de reales (casi tres millones de dólares) personalmente al ex presidente de Odebrecht, Marcelo Odebrecht en el Palacio de Jaburu —sede de la vicepresidencia— en 2014, cuando era el número dos del gobierno de Dilma Rousseff.