Según revelaciones recientes del grupo de hackers Fancy Bears que promueve el deporte limpio, la estadounidense Simone Biles, medalla de oro en Río de Janeiro 2016, usó fármacos dopantes en plena competición con el visto bueno de la WADA.
"Algunos deportistas famosos usan sustancias prohibidas (…) Los conocemos y ustedes los conocen", dijo Ljungqvist en un documental de la cadena rusa Canal 1 sobre las enfermedades en el mundo del deporte de alto rendimiento.
"Cuando empezamos los debates sobre las exenciones terapéuticas, en el Comité Olímpico Internacional (COI) había dirigentes muy influyentes que decían: si una persona está tan enferma que necesita usar las sustancias prohibidas, no debería competir", apuntó el sueco.
Ljungqvist recordó que hubo problemas cuando "se puso de moda el trastorno por déficit de atención", una patología que afecta sobre todo a los niños.
"Los adolescentes nunca fueron un problema en el plano de la exención terapéutica y es que pocos compiten en torneos de alto nivel (…), pero cuando este diagnóstico se empezó a poner a los adultos, comenzó un gran problema", subrayó.
Las filtraciones apuntan a que Fedoruk estaba al tanto del uso de sustancias prohibidas por parte de deportistas de diferentes países, así como de la ocultación de las pruebas de dopaje que dieron positivo.