Este repunte se debe a la valoración que hacen los ciudadanos de la situación actual y, especialmente, a la fuerte mejora de sus expectativas.
El indicador de la situación actual repuntó 5,9 puntos, con un comportamiento positivo en dos de sus tres componentes: la valoración de la situación económica general y la del empleo, frente al descenso en la valoración sobre la situación de los hogares.
El Índice de Confianza del Consumidor recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo.
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Este indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.