En este encuentro el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió a Tokio contra expectativas excesivas para lograr un avance inmediato en la preparación del tratado de paz.
"(A este trabajo) no le favorece presión emocional en los medios de comunicación en el contexto de confrontación o las expectativas excesivas para un progreso inmediato", dijo Lavrov al comentar la postura de Japón.
Además declaró que Rusia y Japón coinciden en una serie de cuestiones sobre el tratado de paz.
"Hay (coincidencias)", dijo Lavrov al comentar la pregunta correspondiente.
Al mismo tiempo Tokio aspira a lograr resultados sobre un tratado de paz con Rusia que satisfaga a ambas partes, declaró el canciller japonés, Fumio Kishida.
"En cuanto a la firma del tratado de paz Japón espera lograr un resultado que esté bien recibido por los pueblos de Japón y Rusia", dijo Kishida al comentar la futura visita del presidente ruso, Vladímir Putin.
El canciller señaló que su país espera de la visita de Putin "el máximo resultado".
Tokio condiciona su firma a la devolución de las cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai) alegando el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que suscribió con Rusia en 1855.
Moscú, a su vez, señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial en virtud de acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.
Infografía: El contencioso de las islas Kuriles