Un billete cada vez más jugoso: por qué los veganos buscan boicotear la libra esterlina

El nuevo billete de cinco libras, puesto en circulación en septiembre por el Banco de Inglaterra, contiene trazos de sebo animal, por lo que los activistas de los derechos de los animales se han movilizado para detener su circulación.

La nueva libra, en la que se observa a un muy serio Winston Churchill, fue sometida a todo tipo de pruebas antes de entrar en circulación. Está hecha de plástico —polímero,  de acuerdo con el banco emisor—. El innovador billete no se rompe, es a prueba de esas lavadas accidentales en la lavadora y de derrames de líquidos por lo que tiene una expectativa de vida mucho mayor —de cinco años, en comparación con los dos que tenía anteriormente—.

El problema se encuentra en que no es amigable con los animales. El banco confirmó esta información en respuesta a una preocupada ciudadana británica a través de Twitter.

"¿Es cierto que los nuevos billetes de cinco libras contienen sebo?", preguntó. El banco respondió: "Hay un rastro de sebo en las pastillas de polímero utilizadas en el sustrato base de los billetes de cinco libras".

@SteffiRox there is a trace of tallow in the polymer pellets used in the base substrate of the polymer £5 notes

— Bank of England (@bankofengland) 28 de noviembre de 2016

​La comunidad vegana se ha organizado para exigir que se detenga el uso de productos de origen animal en la fabricación del billete. Hasta la fecha, la solicitud electrónica en el portal change.org ha recaudado más de 115.000 firmas.

De acuerdo con una encuesta realizada a principios de año, 542.000 británicos son veganos, es decir, el 1% de la población, un aumento significativo con respecto a las cifras de 2006 —150.000 ciudadanos—.

Por su parte, el Banco de Inglaterra afirmó, según informó The Guardian, que los proveedores están buscando una posible respuesta al asunto de la grasa animal.

Esta iniciativa del banco se une a la de varios países que buscan deshacerse del papel moneda por ser poco amigable con el medio ambiente y tener un menor tiempo de duración.

A la luz de esta polémica, ha trascendido que los billetes de Canadá también contienen grasa animal.