Sin embargo, precisamente esto fue lo que le pasó a los residentes de un edificio de Pretoria (Sudáfrica). Una picadura de este tipo de cobras puede provocar inflamación, problemas respiratorios y, si no es tratada adecuadamente, la muerte.
Esta serpiente sudafricana en cuestión no parece estar muy satisfecha con la idea de ser sacada de su rincón favorito, pero, la pregunta que muchos se hacen es, ¿cómo demonios llegó hasta allí?