En virtud de la Constitución rusa, el presidente de la nación dirige un mensaje anual a los legisladores en el que hace balance de la situación del país y traza las principales líneas de la política interior y exterior.
El jefe de Estado hace público su mensaje en un acto solemne, celebrado en el Kremlin ante los miembros del Gobierno y del Consejo de Estado, presidentes de los tribunales, responsables de la Fiscalía General y jerarcas de las religiones.
El discurso suele durar alrededor de una hora, tradicionalmente se celebraba en la Sala de Mármol del Kremlin, pero en 2008 el presidente Dmitri Medvédev decidió trasladar el evento a la Sala de San Jorge del Gran Palacio de Kremlin.
El primer mensaje a la Asamblea Federal fue pronunciado por el presidente Borís Yeltsin el 24 de febrero de 1994, de manera que este año la tradición de los mensajes anuales cumple 22 años.
El mensaje de Yeltsin estuvo dedicado a la instauración de un estado de derecho, el cumplimiento de la Constitución y las leyes, la protección de los derechos en una sociedad democrática, la integridad del Estado, la política regional y las reformas para lograr una economía de mercado.
Uno de los temas centrales del discurso fue el rechazo tanto a un regreso a la economía planificada soviética como a la terapia de choque.
En su mensaje anual de 1995 Yeltsin abordó la soberanía, independencia e integridad de Rusia, el potencial económico del país, el federalismo y las autoridades locales, el derecho a recurrir a la fuerza en la crisis de Chechenia, las prioridades de la política exterior de Rusia, las garantías de las libertades y los derechos de los ciudadanos en todo el territorio del país, el apoyo a la ciencia, educación y cultura y las relaciones entre las autoridades y los medios.
"Es la primera vez en la historia de Rusia que los cambios a gran escala se realizan sin reprimir ni eliminar a los rivales políticos", señaló Yeltsin.
En 1997 el líder ruso exigió imponer el orden en las estructuras de poder y en el país en general, pero subrayó que no debía ser dictatorial, sino jurídico, lo que requería "finalizar las reformas económica, social y jurídica".
Yeltsin también reconoció los errores de las autoridades en la resolución de los problemas de Chechenia, que conllevaron grandes pérdidas humanas y un daño económico considerable.
Además, reafirmó el rechazo de Rusia a los planes de la OTAN de ampliar su presencia en el Este y declaró que se acercaban "tiempos críticos" para Europa.
Entre los objetivos de la reforma militar de Rusia, el entonces presidente, resaltó la importancia de crear un sistema de defensa suficiente y unas Fuerzas Armadas de nueva calidad, reduciendo a la vez el número de efectivos.
Un año después, en 1998, Yeltsin instó a todas las regiones a esforzarse para lograr un crecimiento económico y destacó que Rusia no debía ser campo de batallas políticas, sino el país de la unidad, el consenso y la cooperación entre los poderes ejecutivo y legislativo.
El 30 de marzo de 1999 Yeltsin empezó su mensaje con una evaluación de la situación en Yugoslavia destacando que su discurso tenía lugar "en un momento dramático", cuando la OTAN estaba bombardeando el país balcánico; el presidente recalcó que hacía todo lo posible para el cese de las hostilidades y subrayó que Rusia no dejaría que la involucraran en un conflicto militar.
El tema principal del discurso de aquel año fue la situación en el país y las perspectivas de su desarrollo, el líder se enfocó en la importancia de garantizar los derechos y las libertades de los ciudadanos, celebrar unas elecciones honestas y democráticas, no permitir que los criminales llegaran al poder así que resaltó la importancia del profesionalismo del futuro parlamento.
El 8 de julio de 2000 el nuevo presidente ruso, Vladímir Putin, presentó su primer discurso ante el Parlamento, en el que resaltó la necesidad de convertir a Rusia en un Estado fuerte y eficaz.
Putin enumeró las principales amenazas a la sociedad rusa: el envejecimiento y la alta tasa de mortalidad que provocaban el empobrecimiento de la nación; los problemas económicos y el retraso creciente ante los principales países de Occidente; las amenazas al Estado federativo de Rusia, la mala gobernación local y falta de cooperación a distintos niveles del poder.
En cuanto a la situación con los medios, el presidente declaró que la libertad de la prensa es uno de los principios fundamentales de la democracia rusa.
El 3 de abril de 2001 el mensaje de Putin se centró en los temas económicos y sociales, resaltó la necesidad de distribuir los poderes entre la administración central y las regiones y reducir la intervención del Estado en la vida de los ciudadanos.
En su próximo discurso, el 18 de abril de 2002, el presidente ruso presentó a la Asamblea Federal un informe que llamaba a aumentar la competitividad de Rusia.
El líder ruso criticó al Gobierno por su pronóstico negativo sobre el crecimiento económico, ordenó continuar la reforma militar para formar un Ejército profesional, finalizar la operación militar en Chechenia, seguir con la reforma administrativa en Rusia y luchar contra la pobreza.
En 2003, en el mensaje presentado el 16 de mayo, Putin formuló una nueva misión para Rusia: lograr un puesto entre los Estados realmente fuertes, influyentes y desarrollados.
Entre otros temas, ordenó duplicar el PIB nacional en los siguientes 10 años, alcanzar la plena convertibilidad del rublo y se comprometió a finalizar el proceso de normalización política en Chechenia.
En su quinto discurso ante la Asamblea Federal, el 26 de mayo de 2004, Putin determinó los objetivos para el desarrollo del país a largo plazo, incluyendo el acceso a la vivienda y la modernización del sector sanitario y educativo.
El 25 de abril de 2005 el presidente ruso expresó su postura acerca de varios asuntos importantes, desde la corrupción y las funciones de las instituciones fiscales hasta los aumentos salariales para los funcionarios y la atracción de las inversiones a la economía nacional.
El 10 de mayo de 2006 los directivos de la Cámara Pública acudieron a la presentación del mensaje de Putin al Parlamento por primera vez.
En el discurso el presidente consideró que los problemas demográficos eran los más graves para Rusia y llamó a reducir la mortalidad, lograr una política migratoria eficaz y aumentar la natalidad para resolverlos.
Además, confirmó la disposición de Rusia a contrarrestar la amenaza externa, incluido el terrorismo, fortalecer la no proliferación de armas nucleares y destacó los problemas que afrontaba Rusia para ingresar en la Organización Mundial del Comercio.
Putin también abordó la falta de confianza en las instituciones y las grandes empresas y confirmó que las autoridades se esforzarían para aumentar el prestigio del servicio público y apoyar el negocio ruso.
El mensaje del presidente ruso, Vladímir Putin, del 26 de abril de 2007 fue dedicado al plan para la modernización de Rusia en el siglo XXI que incluía el crecimiento del bienestar nacional y una reforma de las pensiones basada en los principios de la cofinanciación y además definía los mecanismos y las fuentes de financiación para lograrlo.
En lo concerniente a la política exterior, cabe destacar la moratoria al cumplimiento de las cláusulas del Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) debida a que los países de la OTAN no habían ratificado el tratado firmado en 1999.
El 5 de noviembre el presidente ruso Dmitri Medvédev presentó su primer mensaje a la Asamblea Federal, en el que abordó cuestiones de defensa y seguridad, medidas contra la crisis y de la lucha contra la corrupción; además, se expresó a favor de convertir a Rusia en uno de los centros financieros internacionales y propuso llevar a cabo una reforma política, que incluyera prolongar el mandato del presidente y del Parlamento de cuatro a seis y cinco años respectivamente.
El 12 de noviembre de 2009 Medvédev presentó su segundo mensaje anual a la Asamblea Federal, dedicado a las perspectivas económicas de largo plazo, donde señaló que no se podían aplazar las reformas estructurales además se enfocó en la lucha contra la corrupción y el uso apropiado de la responsabilidad penal.
También hizo varias propuestas inesperadas, como la de reducir la cantidad de husos horarios en el país y renunciar al cambio de hora en verano.
El 30 de noviembre de 2010 el presidente mencionó todos los temas candentes para la sociedad rusa, en particular, la corrupción y la burocracia; señaló la modernización como una prioridad para el desarrollo y ordenó que el Gobierno asignaría como mínimo la mitad de los fondos del superávit para lograrla.
En el cuarto mensaje de Medvédev, presentado el 22 de diciembre de 2011, el mandatario anunció los planes de una reforma política de gran escala, que suponía pasar a la elección directa de líderes de las regiones y modificaba el sistema para registrar a los candidatos a la presidencia.
El 12 de diciembre de 2012, Vladímir Putin, elegido por tercera vez presidente de Rusia, presentó su noveno mensaje a la Asamblea Federal.
El mandatario llamó a garantizar durante cuatro o cinco años la independencia alimentaria de Rusia y a convertir el país en el proveedor de alimentos más grande del mundo.
Además, instó a duplicar el volumen de la construcción de caminos y ordenó al Parlamento respaldar las medidas para limitar a los funcionarios la posibilidad de tener bienes y cuentas en el extranjero, obligándolos a declararlos e informar de su procedencia.
Putin también ordenó al Parlamento tomar medidas contra los paraísos fiscales.
El 12 de diciembre de 2013, el día del 20 aniversario de la Constitución de la Federación Rusa, Putin anunció el siguiente mensaje, en el que reiteró la necesidad de luchar contra los paraísos fiscales.
El 4 de diciembre de 2014 Putin evaluó la situación en la política interior y exterior y en los ámbitos económico y social y se enfocó en la amnistía de los capitales y en las medidas para simplificar las normas para el sector de los negocios.
El líder ruso señaló que Moscú no pensaba ceder ante la presión respecto a la situación en torno a Ucrania y nunca seguiría el camino del "autoaislamiento, la xenofobia, las sospechas o la búsqueda de los enemigos".
Además, abordó asuntos de seguridad y defensa de Rusia en el contexto de la lucha contra el terrorismo internacional, el desarrollo económico y ayuda social a la población.
Hizo énfasis especial en el tema de Turquía, tras el caso del derribo del Su-24 ruso, afirmando que Moscú no respondería "de manera histérica y nerviosa", ya que resultaría "peligroso tanto para nosotros como para el mundo entero".
Dedicó un lugar especial en su mensaje al sector agroindustrial e instó a lograr que al cabo de cinco años el país pudiera abastecerse de alimentos sin recurrir a las importaciones.
